En Mar del Plata este anuncio ya no corre, porque el intendente local tomó una medida que propone la eliminación total de marquesinas y algunas restricciones para el espacio publicitario en la vía pública.
Todos los días vemos más restringidas nuestras posibilidades de libertad de expresión, y esto gracias a la política adoptada por el gobierno de turno.
El empeño K por hacerse amo y señor de la palabra parece ser contagiosa. En cada rincón del país podemos ver enormes cartelones publicitando las obras del gobierno aunque no necesariamente hayan sido realizadas. El más novedoso: “Aquí también la Nación crece”.
Para este tipo de publicaciones no hay límite alguno, aún cuando sean engañosas y muy costosas para cada uno de nosotros, porque es sabido que la plata requerida para financiar estas cortinas de humo sale de nuestras contribuciones.
El dinero y el espacio invertido en la publicidad K sobrepasa lo común y resulta grosero. La vía pública y la pantalla de los programas oficiales están siendo copadas. Parece que nos dijeran en la cara: “con decir que estoy haciendo algo por el país basta para conformar al pueblo iluso”.
Es por ello que no dudo que “La Feliz ”, ahora sin publicidad comercial, sea blanco del aparato publicitario oficialista. Esperemos que la ciudad no pierda el encanto y aparezca empapelada de estas mentiras.